martes, 12 de enero de 2016

Hidrografia

Los ríos belgas siguen, en general, una dirección S-N, con inclinación variada, unos hacia el NE y otros al NO. La disposición del relieve y el clima del país hacen que discurran plácidos; su régimen regular los convierte en magníficas vías de penetración y tráfico, completadas por sistemas de canales. La acción de las mareas, que se manifiesta hasta el centro del país, favorece la navegabilidad de los ríos.

El Escalda es el río flamenco que drena la Bélgica Media y Baja. Nace en Francia y recorre en Bélgica 206 km, de S a N, para desembocar por territorio holandés, entre el Flandes holandés y la isla de Zelanda. Desde Gante, donde se le une el Lys, es ya navegable; recibe luego al Dendre y al Ruppel, engrosado por el Néthe, el Dyle y el Senne. La 
fácil penetración de las mareas, su gran anchura y profundidad, convierten a Amberes en uno de los mayores puertos del mundo.


El Mosa, río valón, nace también en Francia, lo mismo que su principal afluente el Sambre, y recorre en Bélgica 185 km a lo largo de un valle escarpado y profundo que sigue la dirección general del Sambre. Ambos ríos confluyen en Namur. Por la erecha, procedentes de las Ardenas, recibe el Mosa las aguas del Semoy, el Lesse (que atraviesa las famosas grutas de Han) y el Ourthe. La navegabilidad del Mosa, menos cómoda que la del Escalda, necesita diques y presas.

La llanura flamenca envía su río, el Iser, directamente hacia el Mar del Norte por Nieuport. Finalmente, una pequeña parte del Luxemburgo belga lleva sus aguas al Rin por el Mosela; parte del Hainaut pertenece a la cuenca del Oise, afluente del Sena.

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